Crisis Humanitarias

















Hope significaba Esperanza




Un año más la comunidad internacional volvió a ignorar,
o fue incapaz de dar respuesta, al sufrimiento de millones de enfermos olvidados y de civiles acosados por la violencia en todo el mundo.


Miles de personas mueren cada día a consecuencia de enfermedades que, 
al no afectar al mundo desarrollado,
No son negocio, ni sus pacientes un mercado rentable,
De forma que la investigación y desarrollo
de nuevos tratamientos y métodos de diagnósticos
no recibe el apoyo público-privado necesario para dar
una respuesta urgente al enorme desafío que suponen.
En otras ocasiones, los medicamentos existen pero los enfermos
no tienen acceso a ellos. Así, sólo la malaria, el sida infantil, la tuberculosis, la enfermedad del sueño, el Chagas y el kala azar
se cobran
cada día 8.000 vidas.
En algunos casos, como el Chagas, de cuyo descubrimiento se acaban de cumplir cien años, parece que la lucha se dio por perdida hace décadas, mientras que en otros los esfuerzos realizados
no están a la altura de las circunstancias, como en el caso de la tuberculosis, o
 flaquean tras haber conseguido
algunos buenos resultados, como está ocurriendo con
la congelación de fondos para la lucha contra el sida, precisamente cuando más pacientes estaban consiguiendo acceder a los antirretrovirales.
Todas ellas son crisis desatendidas que provocan muertes
que en su mayoría son evitables,
Y a pesar del devastador impacto que tienen en los países pobres,
No vemos en la comunidad internacional la misma determinación demostrada en frentes como el de la Gripe A.

Joan Tubau Director de Operaciones de MSF España;
-En 2009, volvimos a asistir a una dejación de responsabilidades por parte de quienes tienen en su mano la posibilidad de lograr avances.

La emergencia de la desnutrición infantil, por ejemplo,
Cada día se salda con la muerte de más de

9.000 niños menores de 5 años 
a pesar de que existe el tratamiento que podría salvarles, 

Sin embargo, las ayudas diseñadas por las agencias alimentarias internacionales, y financiadas por los países donantes, siguen ignorando la evidencia científica y priorizando mezclas de harinas que no curan la desnutrición aguda.
Por otra parte, la situa
Las organizaciones humanitarias también fueron blanco de bloqueos, acoso e incluso ataques directos, provocando todo ello que poblaciones con necesidades agudas quedaran excluidas de la ayuda de emergencia.
En Sri Lanka, decenas de miles de civiles quedaron atrapados sin asistencia y con atención médica limitada en la fase final
de la ofensiva del gobierno contra el Ejército de Liberación
de la Tierra Tamil (LTTE), y organizaciones como
MSF
tuvieron prohibida la entrada en la zona de combates.
En Somalia, la población civil continuó sufriendo la carga de la guerra, con más de 200.000 nuevos desplazados huyendo de Mogadiscio tan sólo en los primeros meses de 2009,
Una situación que pasó desapercibida mientras la comunidad internacional se centraba únicamente en el problema de la piratería; en este país, al menos
42 trabajadores humanitarios han sido asesinados desde 2008, incluyendo tres miembros de MSF.
-La población civil no sólo es víctima de los conflictos, sino que además se remata la jugada impidiendo que reciba asistencia de emergencia, bien dejándola atrapada en zona de combate, bien bloqueando el acceso a la misma de las organizaciones humanitarias.

Esta inaceptable dinámica se está convirtiendo en la norma recordando que, en Kivu Norte (RDC), la ayuda humanitaria llegó incluso a ser utilizada como cebo, al atacar el Ejército congoleño 
los emplazamientos en los que MSF estaba desarrollando una campaña de vacunación contra el sarampión, y en los que se habían congregado miles de personas. Médicos Sin Fronteras

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