Dado el elevado número de detenciones comunicadas por las autoridades chinas en relación con los disturbios, podrían celebrarse varias decenas más de juicios, que posiblemente
den lugar a más ejecuciones.
El gobierno chino debe garantizar que los juicios se realizan de conformidad con las normas internacionales de derechos humanos, con transparencia y sin recurrir a la pena de muerte.